Saturday, May 20, 2006

De Txernobil a l'Arsenal


Se mire como se mire Hleb es un jugador diferente. Hijo de un conductor de tanques petrolíferos y de una albañil, tenía 4 años cuando reclutaron a su padre para el escuadrón de limpieza destinado a la vecina Ucrania tras el desastre de Chernobyl. "Estuvo expuesto a grandes niveles de radiación y, aunque ahora puede llevar una vida normal, le duele la garganta, se le ha debilitado la vista y en general todo el sistema inmunológico", ha explicado alguna vez.

A los 10 asistió a la caída del telón de acero. De crío pasó hambre y no fue hasta la adolescencia que dispuso de su primer par de botas. Cuando por fin se pudo comprar unas botas fichó por el Bate Borisov, un equipo propiedad de una fábrica de tractores. Sasha, como le llaman sus amigos, se curtió en esos campos de cemento todavía existentes en Minsk, desafiando día a día la ley de probabilidades de caer lesionado. También salió ileso de un accidente de tráfico sufrido hace dos años y en el que el conductor del otro coche falleció.

El Mundo Deportivo

Inimaginable amb models tipu la dona del Karembeu.

1 Comments:

Blogger pal said...

Justament ara s'ha inaugurat una expo al CCCB sobre Txernòbil, "Hi havia una vegada Txernòbil". He sentit molt bones crítiques o sigui que s'hi haurà d'anar...

22/5/06 13:28  

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